lunes, 15 de septiembre de 2008

Llegar a los 47

El viernes pasado, 12 de septiembre, cumplí 47 años. ¡Cómo pasa el tiempo! Supongo que ese era el momento de haber escrito sobre ello, pero creo que estuve tan ocupada con las cosas de la vida cotidiana que ni siquiera pude pararme a pensar sobre ello. Hoy que me encuentro un poco melancólica voy a dedicarme a ello no porque lo considere interesante sino porque lo necesito.
Sé que es un tópico esto de las efemérides y para personas tan poco apegadas a tradiciones como yo debería ser especialmente claro, pero también me doy cuenta que nuestra vida toda se rige por la parcelación del tiempo presente, pasado e incluso futuro, que es el colmo ya que ni siquiera hay un mínimo de garantías de que llegue. Pero funcionamos así. Yo también.
Me paso la vida repitiéndome una y otra vez "carpe diem", pero hay algo en mí que se resiste a ello, pasándome el tiempo angustiada por miedo al futuro, que es mi miedo. No temo a la muerte, ni siquiera al procedimiento de morir, pero sí a los problemas del futuro, algunos de ellos completamente triviales o al menos solucionables: quedarme sin dinero, perder el empleo, la repercusión de la crisis económica... que puede llegarme o no. Sin embargo no temo lo que es seguro que me va a ocurrir y que además es especialmente grave, tal como la muerte de mi madre, alguna enfermedad de importancia, pérdida de seres queridos, amigos, amores... y el desapego que le tengo al mero hecho de estar viva, de seguir respirando. A veces pienso si mi instinto de supervivencia no me habrá hecho "cric" y se haya roto completamente... no es sólo que no tema a la muerte, es que vivir me parece que está sobrevalorado. Malo parece para llegar a realmente vieja...
Siento que la vida se me escapa entre los dedos y tengo la sensación de que se me acaba a media cocción, sin haber hecho no ya cosas "importantes" en el sentido social del término sino ni siquiera para mi misma, en mi desarrollo personal. Mi familia y amigos, por supuesto, no están de acuerdo con esto porque opinan que me ocupo de muchas cosas, de muchas personas, que llevo a cabo actividades beneficiosas para la gente, tanto en mi desempeño profesional, como soporte fundamental de algunos miembros de mi familia, o en actividades dentro de Cruz Roja... pero no sé, no estoy satisfecha, como si algo profundo me fallara, estuviera incompleto. Una intensa insatisfacción que durante los últimos meses se me está acentuando. Lo malo no es esto sino el serio convencimiento de que haga lo que haga será lo mismo, seguiré siendo infeliz.
¿Qué es lo que me está envenenando? Al final creo que es este miedo real e irracional, que se concreta, como he dicho, en aspectos escasamente relevantes o cuando menos, en cosas que no deberían serlo tanto. Pero hay otras mas que están influyendo profundamente, como mi insatisfacción laboral, tanto por el trabajo desempeñado como por el ambiente tan desagradable que se respira. Supongo que el cambio de una compañera concreta sería muy bueno para el conjunto y se rendiría mas, pero la cosa parece poco propicia... Y eso que la decidida a marcharme soy yo, pero tampoco aparecen ofertas apetecibles, ni siquiera viables, de modo que me toca aguantar mecha no se sabe cuanto. Por no decir que seguramente, pasado un tiempo, volvería este sentimiento que llevo tatuado en mi personalidad.
Pero finalmente, tampoco importa tanto. He llegado a los 47, lo que ya empieza a ser de cierto mérito: he vivido mas de la mitad de mi esperanza de vida como mujer española. Bueno, no está tan mal, visto lo visto por ahí (y por aquí)... y a confiar en mi tradicional buena suerte que siempre me saca de los atolladeros mas difíciles. Dios proveerá, que decimos los ateos...

1 comentario:

Antigonum Cajan dijo...

El futuro? Es hoy; la mentira vil de padres, maestros, sociedad, estado.

El futuro esta jodido. Mas y mas cada dia. Por eso siembro, leo a Lao Tzu.

Por cierto, es curioso que al llegar a cualquier edad la suya la mia (57)
quien tenga introspeccion no todos la tienen, uno pondere sus actos, experiencias y se enfrente con calma
o desespero a lo incierto.

Por eso repito siembro. Para dejar algo util a los tontos, hijos de tontos que solo pensaron dejar una
huella perecedera con hijos en un
mundo sobrepoblado que ya no aguanta
tanto....

Suerte y exito en su blog.